Hablemos de números

Lo primero que hay que tener claro es que el tamaño de la obra no necesariamente repercute en el precio. No siempre se cumple la norma general de que por tratarse de una reforma de mayor magnitud su precio es más elevado o si es más pequeña su coste es inferior, cada reforma es diferente y en ella intervienen muchos factores. Además, de todo esto depende el presupuesto con el que cuentes y de tu orden de prioridades. Hoy, vamos a hablar sobre algunos factores a la hora de solicitar un presupuesto. 

1. Tipo de licencia. Tal y como comentamos en post anteriores, el primer paso antes de hacer cálculos es tener claro el tipo de licencia necesaria en función de la dimensión de la obra.

• Solicitud de obra menor o presentación del documento de actuación comunicada. Para reformas que no modifican la estructura del inmueble, como puede ser cambiar puertas o ventanas, adaptar una vivienda a personas con movilidad reducida o renovar la instalación de fontanería y electricidad.
• Solicitud de obra mayor y proyecto. Para obras que modifican la estructura de una edificación, un cambio de uso en el inmueble, rehabilitación, etc.

El coste de cada una depende de cada ayuntamiento, puede situarse entre el 3% y el 5% del presupuesto de la obra. Por otro lado, el proyecto por su parte puede situarse en torno al 10% del precio de la obra. Además a todo esto hay que añadir la licencia por ocupación de vía pública para contenedores de escombros o andamios en el caso de que la obra lo requiera.

    2. Partidas presupuestarias. Los principales trabajos en una reforma son:

¿Qué recomendamos?

 Coge papel y boli para tener a mano estos consejos y ahorrar en tu reforma.

• Si tienes en mente varias modificaciones, será más económico hacer una reforma integral que varias parciales. Las empresas de reformas suelen ajustar los precios en estos casos.

• Contrata el trabajo a una misma empresa. La coordinación de los distintos trabajos no sólo será más eficiente, sino que te supondrá un ahorro de tiempo y de dinero.

• Aprovecha para aumentar la eficiencia energética del inmueble y reducir el consumo. Como puede ser la mejora de la iluminación o la sustitución de ventanas por otras más aislantes. Estos detalles marcan la diferencia, puedes obtener un ahorro de energía de hasta el 50%.

• Ayudas y subvenciones. Hay comunidades autónomas que ofrecen ayudas para la rehabilitación de viviendas si cumples con determinados requisitos. Te animamos a infórmate bien para comprobar si puedes beneficiarte de alguna de ellas y aminorar gastos.